¿Cómo pensar teológica y misiológicamente lo que actualmente vive el mundo?
¿Cuáles son los retos actuales para la iglesia a raíz de la situación que vivimos?
¿Cómo pensar la misión en tiempos de distanciamiento social?
¿Cuáles serán los efectos de este problema mundial en la agenda misionera de la iglesia?
Éstas son algunas de las preguntas que delinearon la exposición de Samuel Escobar el pasado viernes 15 de mayo, a través de una videoconferencia con la participación de 500 personas en la plataforma zoom, y más a través de la retransmisión del fan page de Libros Cristianos.
Samuel Escobar inició la presentación del tema Ser iglesia en tiempos de pandemia agradeciendo a Dios por la participación de muchas personas a quienes conoce y aprecia. Luego de ello, la exposición estuvo dividida en tres secciones que permitieron desarrollar un acercamiento misiológico y eclesiológico, y con referencias históricas del accionar cristiano en diferentes tiempos y contextos.
La experiencia misionera de George Lawrence
Samuel Escobar rememoró la actividad misionera y de servicio de George Lawrence, misionero nacido en Gales y un apasionado de la Biblia, quien llegó a España en la segunda mitad del siglo XIX, formando parte del proceso de evangelización protestante y distribución de Biblias en España.
Sin embargo, esta etapa se vio confrontada en 1870 con un brote epidémico de fiebre amarilla en Barcelona, que trajo consigo efectos parecidos a los que el mundo enfrenta hoy: pobreza, desolación, incertidumbre y necesidades diversas, sostuvo Samuel Escobar. Frente a las necesidades que requerían ayuda, esta experiencia misionera permitió la organización de comedores para los pobres y el desarrollo de programas orientados a suplir las necesidades de quienes pedían ayuda.
El carácter global de la crisis actual
Si bien la crisis de 1870 donde George Lawrence tuvo una activa participación diaconal era parecida a la actual en varios aspectos, lo que asusta más de la actual “peste”, en la perspectiva de Samuel Escobar, es el carácter global dado que su presencia y sus efectos está en todas partes. Y en todas partes genera miedo, incertidumbre y ansiedad.
Una iglesia llamada a la solidaridad y la esperanza
Al analizar Romanos 8.22 y 15.7, Samuel Escobar destacó la forma enfática con que el apóstol Pablo señala que la creación gime; es decir, demuestra dolor y sufrimiento que, en el marco de la toma de conciencia ecológica, significa que nosotros también gemimos en la medida en que somos solidarios con la creación. A la luz de esta explicación, se entiende que la iglesia está formada por gente de la más variada procedencia.
La iglesia es una realidad desafiada a recibir siempre al diferente de nosotros; en ella no escogemos a quienes llegan ser miembros. Por tanto, el llamado de la iglesia es a ser el pueblo de Dios donde los unos a los otros se reciben incluyendo sus necesidades.
Este carácter solidario de la iglesia, según Samuel Escobar, hace de ella una comunidad sensible a las necesidades de los que sufren como quedó ilustrada en la experiencia bautista de apoyo a los damnificados del terremoto de Chincha (Perú) el año 2007, en la que la misionera Margaret Sinclair tuvo a su cargo la administración de una ofrenda solidaria enviada por las iglesias bautistas de España. Esta experiencia muestra que el impulso a ayudar está en quienes son creyentes en Jesucristo.
El desafío de la iglesia, sostuvo Samuel Escobar, es que ella sea lo que tiene que ser y utilice el impulso de servicio que hay entre sus miembros. Ella está llamada a ser una iglesia solidaria. La ayuda que brinda a los necesitados expresa la voluntad del Espíritu Santo de usarnos para ser luz y sal en el mundo. Además, el Espíritu Santo renueva en nosotros la esperanza porque esto que estamos viviendo no es el fin de la historia. La creación gime, pero porque Cristo ha resucitado, sabemos que hay una victoria final. Sabemos que hay esperanza.
Por último, y a modo de conclusión, Samuel Escobar expresó un deseo y anhelo compartido, lo cual citamos a continuación: “Que el Señor nos ayude para responder a esta crisis siendo lo que debemos ser: un pueblo de Dios unido que usa sus recursos y que tiene esperanza de que Cristo por haber resucitado tiene la última palabra”.
Acerca de Samuel Escobar:
Ha sido misionero entre universitarios durante veintiséis años en América Latina y luego profesor de misionología por veinte años en Estados Unidos. Actualmente enseña en el Seminario Teológico de la Unión Evangélica Bautista Español (UEBE) en Madrid. Entre sus libros publicados por Ediciones Puma están: Santiago. La fe que impulsa a la misión, Cómo comprender la misión y Un pueblo en tiempos de misión.